martes, septiembre 18, 2007


 

Algo nuevo, algo prestado y algo azul..


Resulta que el pasado fin de semana acompañé a Yndira a la boda de unos amigos suyos, Eva y Guillermo, que se celebraba en Xátiva, Valencia. Sonaba muy bien y la una excusa perfecta para salir por ahí un par de días. El problema es que a una semana del evento yo no tenía traje que ponerme. Os cuento:

Primero me probé el traje con el que hice de padrino de Imma y Albert. Ya me debía quedar mal cuando lo compré -de lo cual hace un lustro- pero ahora parece que sea prestado. Además era de invierno..

Algo parecido me pasaba con los zapatos, las últimas bodas calcé unas botas negras Panamá Jack, adecuadas para invierno pero calurosas para septiembre. Por suerte pude agenciarme unos zapatos que me prestaba mi padre (muy cómodos una vez les puse unas plantillas para compensar que me venían algo grandes).

Pensé que si con los zapatos había funcionado igual podía conseguir un traje prestado, así que dí unas voces. Ahí llegó Miguel -un amigo de Yndi- que muy amablemente me ofreció un traje azul que venía con camisa y corbata a juego incluidos. Todo un detalle, y una inspiración, puesto que a pesar de que el pantalón me quedaba extremadamente justo de cintura el resto me quedaba como un guante y además pegaba con los zapatos negros de mi padre. Lo ideal hubiera sido conseguir unos pantalones a juego (risas).

Lo de conseguir un pantalón a juego con un traje no es tarea fácil a menos que te recorras mil tiendas con la americana a cuestas. Tampoco resulta fácil encontrar prendas en plenas rebajas así que la conclusión era inevitable (algunos la veíais venir desde un principio): empezar a mirar trajes nuevos, preferiblemente azules visto lo bien que me sentaba el de Miguel. Además así podría aprovechar la corbata prestada.

Concluyendo: tres días antes del evento, compré un traje azul nuevecito que me quedaba fantástico, sólo necesitaba "arreglar los bajos" y recuperar un centímetro de cintura, tarea fácil cuando tienes como vecina a una simpática costurera profesional ;)

A dos días del evento tenía la pieza más importante: el traje. Únicamente necesitaba un cinturón y una camisa azul cielo. Con el cinturón no había mucho que buscar: uno de piel negra que hiciese juego con los zapatos. Pero con la camisa tuve un último tropiezo: en la tienda no me dejaron probarme la que yo quería, sino un modelo similar ("es el mismo modelo" dicen siempre). Luego resultó que el puño era distinto y tuve que echar mano de mi santa madre para desplazar un poco los botones.

Así que para el día de la boda pude vestir un traje nuevo, una camisa azul, unos zapatos viejos y una corbata prestada. El conjunto completo para tener buena suerte. Lastima que esas supersticiones sólo aplican a la novia :)



Comentarios:
Y ese de la foto quien es? ;-)

Aunque te parezca increíble me ha pasado hace un mes algo muuuuuy parecido.

El problema principal fueron los zapatos. Que si muy finos, que si muy gordos, que si no me valen luego para el día a día... Un caos.
 
Oh! Rodolfo Langostino! :D
 
Joanqui!!!
No has cambiado sigues igual^^

Cyber.
 
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